
No solo pasan cosas malas los viernes 13,
también toman forma nuevas e interesantes iniciativas como Valencia Vibrant (lobby
ciudadano que se pregunta cómo aprovechar las potencialidades de Valencia para
lograr que ésta funcione “al nivel de sus expectativas”), en un evento realizado en La Rambleta. Allí se conversó y debatió
sobre las diferentes Valencias que cada uno hacemos desde nuestra experiencia:
la de los que llegan, los que se van y vuelven, los artistas, los diseñadores,
los publicistas, los periodistas, y un etcétera que podría haber sido más largo
si se hubieran incluido los extranjeros (más allá de Europa) y los falleros,
por poner un ejemplo. En el público, hosteleros, emprendedores, gestores
culturales, más y más periodistas (ahí me incluyo). Daba la impresión de que
allí todos nos conocíamos, al menos de vista, lo que te dejaba con la duda de
sí había una representación de al menos casi todos los sectores de la sociedad
valenciana. De todos modos, la convocatoria fue abierta y hubo bastante
difusión, aunque uno de los próximos retos sería cómo hacer para involucrar a
esas otras "ciudades" en esta gran iniciativa.
Soy colombiana, valenciana de adopción y debo
reconocer que gracias a "Valencia Vibrant" mi entendimiento del valenciano ha
mejorado notablemente, ¡me habéis ayudado! y creo haber dado un paso en mi
integración en esta ciudad… Aunque no quiero entrar en polémicas, opino que
cada quien debe expresarse en su lengua de nacimiento si así lo quiere… y así no
sea tan utilizado en la ciudad, para mí, al menos, como ciudadana es un deber
entenderlo.
Volviendo al evento “Valencia Vibrant”, de las
mesas destaco las reflexiones de los invitados, algunos de sectores muy
cercanos entre sí como el diseño y la arquitectura, aunque con experiencias distintas,
que enriquecieron el debate. Para resaltar, el contrapunto de David Estal y
Jaime Hayón, con el dilema de lo local frente a lo global. Mientras Jaime se
comunica con Nueva York, Singapur o Tokio desde Valencia (y podría hacerlo
desde cualquier parte); David destaca precisamente esa localidad que nos
permite todavía comunicarnos con el vecino, caminar y hacer negocios (aunque el
gobierno ponga cada vez más y más trabas).
Propongo que a los eventos de emprendedores
no lleven coachs ni gurús; David y su optimismo práctico pueden hacer más por
ellos que cualquier fórmula para hacer una presentación eficaz. Y eso es lo que
me llevo de “Valencia Vibrant”; la única forma de cambiar esta ciudad, es
haciendo cosas, dando el paso de la intención a la acción, usando o apropiándose
de los espacios, acudiendo a los eventos, creando redes, conociendo a tus
vecinos, apoyando la gastronomía con propuesta, involucrándose en iniciativas
sociales y culturales, invirtiendo lo poco o mucho que se tenga en VIVIR la
ciudad que tenemos.
PD: Felicidades a los chicos Vibrant, una
campaña de comunicación impecable, un evento perfecto, una organización
ejemplar, ¡tomamos nota!